La señora Leda de los Santos, líder comunal de la Cuenca Norte, fue la mediadora que gestionó el uso de un espacio de no más de 20 m2 en donde, cada sábado, se reunían los niños y las niñas a comer y a resolver los retos que tenían en asignaturas escolares como matemáticas, español, inglés y Biología. Gradualmente, el proyecto fue transformándose a partir de la suma de nuevos colaboradores. Entre ellos, debe reconocerse el aporte de la organización llamada “Un Corazón Samaritano” y su líder David Chávez, de grupos de estudiantes de instituciones académicas y de la psicóloga Silvia Martínez.

En el año 2013, la Asociación Misioneros del Espíritu Santo se sumó al proyecto y este se transformó radicalmente, empezaron a implementar un proceso de reestructuración de su misión y, en el área de solidaridad, se propusieron buscar «modos concretos de acercarnos a las personas en sus realidades de sufrimiento y los sectores de pobreza».

Para atender la población adolescente, se creó el Club de Adolescentes en el 2018, gracias al apoyo del Patronato Nacional de la Infancia (PANI). En él participan 125 adolescentes de 12 a 17 años, quienes tienen la oportunidad de recibir una formación integral a lo largo de cada semana.

En el año se construyeron las actuales instalaciones El Centro Tierra Fértil esto gracias a la alianza público-privada, esto marcó un antes y un después para el Programa, que pasó de utilizar en sus inicios, un espacio de solo 20 m2 en el precario de la cuenca norte de Guaraní, luego en el salón comunal de una de las iglesias o las aulas de una de las escuelas del cantón, a un centro de 525 m2 acondicionado según las necesidades del programa educativo de Tierra Fértil.

Al año 2019, se pasó de un comedor infantil y espacios de apoyo escolar a la implementación de un programa social-educativo conformado por talleres multidisciplinarios con actividades complementarias que hacen tangibles los resultados y estimulan la perseverancia de esta población menor de edad. Un punto clave de esta transformación fue la inclusión de Habilidades para la vida como enfoque educativo y eje transversal de la experiencia que viven los niños y las niñas en los talleres y en las actividades adicionales a partir del 2015.

Actualmente, las personas menores de 3 a 6 años se ven beneficiadas por el taller de motricidad, y los niños (as) de 7 a 12 años son los participantes de los talleres de literatura y pintura. cada semestre se habilita el taller de habilidades para la vida, el cual se desarrolla en 12 sesiones para un grupo de no más de 10 niños; este pretende ser impartido a la totalidad de la niñez.

El Programa Tierra Fértil no deja de crecer: cada año aumenta la cantidad de niños beneficiados, se suman más voluntarios y colaboradores, se alimenta el programa educativo con nuevas ideas y se buscan formas novedosas de darle sostenibilidad